jueves, 16 de abril de 2009

Yo Acuso Comenta: Netanyahu condiciona la negociación con los palestinos al reconocimiento de Israel

Yo Acuso Comenta

¿A alguien le sorprende el título de esa noticia? En España, seguramente sí. Ya sabemos que aquí en mi querida España, esta España mía, esta España vuestra, nadie comenta lo que ha estado ocurriendo en Chechenia con los rusos porque poca gente se considera capaz de pronunciarse por puro desconocimiento. ¿Cuántas manifestaciones hemos visto en la Puerta del Sol a favor de los pobrecitos chechenos? Ninguna, que yo recuerde.

Sin embargo, cuando se trata de Israel y Palestina, todo el mundo se cree que conoce el asunto en profundidad y se arriesga a pronunciarse cual premio Nóbel. Pues bien, hoy me ha sorprendido el comentario sobre dicha noticia que escuché en France 24 (canal de televisión francés de noticias 24 horas que suele ser bastante objetivo con respecto a Israel). ¿Por qué me sorprendió? Sencillamente porque considera --al menos eran los comentarios entre los dos periodistas-- que Netanyahu e Israel están retrasando o poniéndole más trabas al proceso de paz que debería culminar en la creación de un estado palestino que conviva con el Estado judío.

Y yo me pregunto, si los palestinos, sobre todo Hamás, no reconocen a Israel, ¿por qué quieren negociar con un país que no reconocen? Está en su interés reconocer a Israel primero. Es lógico y, como dicen en mi tierra, "se cae del árbol". Es como si los de ETA quisieran negociar la independencia del País Vasco, pero a la vez aseguran no reconocer el Estado español. ¿Con quién la negociarían entonces? Es absurdo y contradictorio. No se puede llegar al segundo paso sin antes dar el primero. ¿Pero qué pretende el mundo? ¿Que Israel dialogue de paz con un grupo terrorista que promueve su destrucción y que encima no lo reconoce? NADIE, NINGÚN PAÍS en su sano juicio entablaría conversaciones con un interlocutor así. Pero claro, como todo el mundo es experto en los problemas de Israel y los palestinos, hay que declarar sin razonar que Israel tiene la culpa, una vez más. ¡Qué vergüenza!